miércoles, 8 de mayo de 2013

#FueraLeyWert


El Anteproyecto de modificación de la Ley Orgánica de Educación del Ministro Wert, (LOMCE) contempla una contrarreforma en toda regla del actual sistema educativo y consagra un modelo segregador, elitista, adoctrinador y recentralizador que nos hace volver a los años sesenta. En vez de seguir construyendo una escuela participativa y de calidad para una sociedad democrática, cohesionada, crítica, moderna y plural, la LOMCE se concibe como aplicación a la enseñanza de una ideología extremista de derecha que pretende naturalizar las fracturas económico-sociales existentes e implementar, en beneficio de los poderosos, el desecho del sistema educativo público, universal y gratuito, garantía de una verdadera igualdad de oportunidades.

Esta ley, si no se remedia, se va a aprobar sin consenso ni con los grupos políticos representados en el Congreso, ni con la comunidad educativa.

Esta Ley:

Rompe con la Igualdad de Oportunidades Consagrada en la Constitución Española. Si hay una actividad humana con capacidad para cambiar la vida de las personas y de las sociedades esa es la enseñanza. Nuestra constitución establece que todos tenemos derecho a la educación. La Reforma rompe ese principio y nos lleva a tiempo ya superados en los que la enseñanza estaba reservada a las clases más pudientes.

Promueve la segregación del alumnado y de los propios centros, al no tener en cuenta, en la perspectiva correctora de la desigualdad, las condiciones socioeconómicas de que parten y en las que se desenvuelven. Obliga a elegir desde edad temprana vías formativas que no tienen retorno condicionando el futuro de los jóvenes.

Infravalora al profesorado degradando las condiciones materiales del trabajo docente, aumentando la carga lectiva y las ratios, reduciendo medios y programas de apoyo, imponiendo recortes en becas, comedores, libros de texto…, congelando y reduciendo salarios, despidiendo a los interinos…  

Impone una ideología retrógrada eliminando materias que sirven para analizar, con espíritu crítico, la realidad compleja y plural de nuestra sociedad. En contraposición aumenta la presencia en el currículo y da relevancia académica a un credo particular, el católico, en todos los niveles educativos. Para colmo, la reforma permite la enseñanza segregada por sexos, intentando burlar la sentencia del Tribunal Constitucional que ha establecido claramente que con fondos públicos no se pueden sufragar los gastos de la enseñanza que separa a los niños de las niñas.

Introduce la gestión empresarial en los centros. El director (siempre en singular y masculino, en el Anteproyecto) podrá seleccionar al profesorado del centro en función del proyecto específico que defina. Por tanto la propia elección del director queda en manos de la Administración, restringiendo la participación de la Comunidad Educativa en la gestión democrática de los centros, haciendo de los Consejos Escolares órganos sólo consultivos en la mayor parte de los asuntos.

Favorece a las empresas privadas de la enseñanza. Cede la gestión de los centros públicos a entidades privadas. Los centros privados pueden seleccionar más a su alumnado por la definición del "carácter singular del centro". Aumenta el tiempo de duración de los conciertos educativos con la privada de 4 a 6 años. Se extienden los conciertos a la nueva FP básica, con lo que se abre la puerta a la concertación de la enseñanza no obligatoria.

En conclusión esta Reforma no parece que tenga como objetivo mejorar los rendimientos, luchar contra el fracaso o el abandono escolar. Más bien parece que los problemas del Sistema educativo, amparados en una crisis económica se utilizan como excusa para volver a un modelo antiguo, rígido, segregador y elitista, y de paso favorecer la enseñanza privada.



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