Hoy se cumple un año de que
ganara las elecciones el Partido Popular con Mariano Rajoy al frente. Con
motivo de ello hemos podido leer en los periódicos, escuchar en las emisoras de
radio y ver en la televisión numerosos análisis sobre la acción del gobierno en
este año. La mayoría fijan su atención en los indicadores económicos para
aprobar o suspender al gobierno, la mayoría, a la luz de esos indicadores, lo
suspenden. Aquellos medios que le son afines nos dicen que estamos peor por
culpa de que aflora la herencia recibida y porque, irremediablemente, se han
tenido que tomar medidas que, en un primer momento, agravan la situación pero
que en el medio y largo plazo nos llevarán al crecimiento económico y a la
creación de empleo.
Lo cierto es que Rajoy se ha
revelado como la mayor estafa política de nuestra historia democrática. Ha
incumplido punto por punto todo su programa electoral, ha subido impuestos allí
donde dijo que los iba a bajar, ha recortado en educación y sanidad, cuando en
campaña decía que eran intocables, ha puesto en marcha amnistías fiscales,
lejos de generar la confianza que decía que llegaba con él, la prima de riesgo
de España se ha elevado, la calificación de nuestra deuda ha perdido posiciones
y el paro, lejos de bajar, bate record históricos mes tras mes.
Sería muy fácil hacer una crítica
demagógica al gobierno de Rajoy con estos datos en la mano. Pero para
Juventudes Socialistas de Lanjarón, no es esto lo que mas importa. Lo realmente
importante para los jóvenes de Lanjaron y de nuestro país es el modelo de
sociedad que Rajoy y el PP están construyendo aprovechando la excusa de la
crisis.
Con la excusa del déficit público
se le recorta autonomía a nuestras Comunidades, lo que provoca, a su vez, la
radicalización del nacionalismo, de tal manera que se deja de hablar de lo
importante, la economía, los servicios sociales y nos metemos en debates
identitarios que en nada mejoran la vida cotidiana y práctica de los ciudadanos
y sí se rompen la convivencia de los españoles.
Con la excusa de la crisis se
recorta en becas y se suben las tasas universitarias, lo que hace más difícil
estudiar a aquellos jóvenes que proceden de sectores sociales más humildes. Si
pensamos que el mejor instrumento para que una persona pueda salir de la
pobreza es la educación, ponerlo mas difícil a aquellos que tienen menos
recursos económicos, es el primer paso para generar una sociedad dual, los que
nacen con posibilidades por un lado y los que no las tendrán nunca, por otro, por
muy inteligentes y trabajadores que sean.
Hemos podido ver en los últimos
días como para el Partido Popular lo único importante es el dinero. A los
inmigrantes ricos se les quiere dar la nacionalidad española, con todo lo que
ello implica, a cambio de dinero, solo han de comprar un inmueble por mas de
160.000 euros, y a los inmigrantes pobres, a aquellos que han venido huyendo de
la pobreza de su país, que no tienen trabajo pero que lo han tendido antes, se
les quita un derecho básico del ser humano como es el derecho a la salud.
Rajoy ha supeditado toda su
acción de gobierno al pago de la deuda, la de los bancos. Es bueno recordar que
el Estado, cuando comenzó la crisis, tenía superávit presupuestario. El déficit
del Estado es consecuencia de la crisis, no la crisis consecuencia del déficit.
La deuda de nuestro país era privada, era de los bancos y, al nacionalizarla,
la convertimos en deuda pública. Pues bien, al haber supeditado toda su acción
de gobierno al pago de la deuda, no se ha dudado en esquilmar las economías
familiares subiendo el IVA y el IRPF, bajando el sueldo de los funcionarios, no
le ha temblado el pulso a la ahora de despedir a miles de trabajadores
laborales de todas las administraciones públicas. No le importa que cada vez
haya más parados y que los que son de larga duración se vayan quedando sin
cobertura, lo que significa un aumento vertiginoso de la pobreza y de la
exclusión social. Para pagar la deuda, Rajoy no está repartiendo los costes de
forma justa y equitativa. Rajoy es un Presidente fuerte con los débiles y débil
con los fuertes.
Rajoy se ha enfrentado a dos
huelgas generales en un año. Ha aprobado una agresiva reforma laboral que
elimina de facto la negociación colectiva. ¿Qué ocurre en un país con casi seis
millones de desempleados, donde se elimina la negociación colectiva? Pues que
cada trabajador debe de venderse como mejor pueda porque se deja a los
representantes de los trabajadores sin fuerza para negociar unas condiciones
mínimas para todos. Con ello se consigue que cada trabajador sea un competidor
a vida o muerte de su compañero, y, con ello, que encuentre trabajo aquel que
peores condiciones de trabajo y más bajos salarios acepte.
Lo peor del año de Gobierno de
Mariano Rajoy no es el desastre económico en el que está instalando a nuestro
país, empeorando, con creces, todos los indicadores del gobierno anterior. Lo
peor es la sociedad que está construyendo, lo peor es que salgamos o no
salgamos de la crisis, salgamos este año, el que viene o dentro de diez, Rajoy
está construyendo una sociedad tremendamente injusta, donde los derechos
sociales se convierten en mercancías y por tanto solo accederán a ellos quienes
puedan pagarlos, un país con condiciones de trabajo de semiesclavitud y un país
donde el que nazca en una clase social humilde no podrá contar con la ayuda del
Estado, que no es ni más ni menos que la solidaridad del resto de la sociedad,
para poder mejorar su posición y la de sus hijos.
Este es el futuro que, en el año
que lleva gobernando, nos ha dicho Rajoy que va a construir, este es el futuro
contra el que los jóvenes tenemos que rebelarnos.
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