lunes, 28 de mayo de 2012

Incendio de Lanjarón (Parte I)


HACER DE LA NECESIDAD VIRTUD


 
Introducción.

El día 22 de septiembre de 2005 se inició en el municipio de Lanjarón un incendio que afectó tanto al Parque Nacional (32% de la superficie incendiada) como a una parte Parque Natural de Sierra Nevada (un 63% del perímetro), perteneciente en su mayor parte a los municipios de Lanjarón, Lecrín y Nigüelas. 




Ficha del incendio:

Detección:  22/09/05 a las 20:13
Controlado:  24/09/05 a las 11:00
Superficie afectada: 3425 ha
Causa: “negligencia de excursionistas”
Aviso: Red de vigilancia INFOCA; Teléfono de emergencias 112
Términos municipales afectados: Lanjarón, Nigüelas, Lecrín, Cáñar y Dúrcal

Medios tierra desde el día 21 al 26:

Retenes, BRICAs, BRIFs, grupos de apoyo:   77 (587 personas)
Técnicos: 36
Agentes de Medio Ambiente: 35                                
Protección Civil: 20
Policía Autonómica: 10
Guardia Civil:   66
GREAs: 1 (12 personas)         

Autobombas: 16
Máquinas: 3
UMMT/UNASIF: 3

Medios aéreos Consejería de Medio Ambiente:

Helicópteros transporte y/o extinción (1.500 litros): 9
Helicópteros gran capacidad (4.500 litros): 1
Aviones de carga en tierra (3.330 litros):          4
Aviones de coordinación: 2

 
Medios aéreos Ministerio Medio Ambiente:

Helicópteros transporte y/o extinción (1.500 litros): 6
Helicópteros gran capacidad (4.500 litros): 2
Hidroaviones CL-215 (5.500 litros): 7
Hidroaviones AT-802 FB (3.200 litros): 3
Aviones de carga en tierra (3.330 litros):          1
Avión transmisión imágenes ACO: 1
                                              
Actuaciones de emergencia.

Tras la extinción del fuego se acometieron diferentes actuaciones para la restauración de la vegetación y protección del suelo frente a los procesos erosivos:

  1. Protección de redes de abastecimiento de agua potable a poblaciones
  2. Estudio de riesgo de avenidas, arrastres y movimientos de tierra
  3. Obras de estabilización de laderas y defensa frente a erosión laminar y en regueros: fajinadas y albarradas (313 ha de fajinas y empalizadas)
  4. Reparación y construcción de hidrotecnias (Diques de mampostería hidráulica: 10 unidades >2000m, Diques de mampostería gavionada: 1 unidad >250 m)
  5. Mantenimiento y mejora de caminos forestales y otras infraestructuras (150 km. lineales de camino reparado 86 obras de fábrica, 194 m3 de muros, 430 m3 de badenes…)
  6. Reparación de acequias tradicionales (Reparación de las acequias  Nueva, Alta, Mezquerina, Encinillas y otras).
  1. Reparación de muros de mampostería en piedra
  2. Manejo de la vegetación quemada

Por otro lado se llevó a cabo la atención a propietarios afectados por el incendio (472 propietarios, 1.300 has).  

  1. Indemnizaciones por daños (a cargo de la Administración general del Estado).
  2. Convenios con propietarios para la recuperación de fincas afectadas: accesos, balates, fuentes, eras, cubierta vegetal (especies arbóreas de interés: castaños, nogales, cerezos)
  3. Convenios con comunidades de regantes para el acondicionamiento y mantenimiento de las acequias de careo y riego
  4. Acuerdos con ganaderos y apicultores para el uso alternativo, en su caso, de otras zonas de aprovechamientos.



HACIA EL MONTE MEDITERRÁNEO DEL SIGLO XXI

Desde que se abordó la recuperación de la zona afectada se apostó por la definición de un proyecto orientado a la creación de un modelo de monte mediterráneo para el siglo XXI, más abierto, con discontinuidades, más heterogéneo, más diverso, más resistente a los agentes agresivos y con mayor capacidad de ofrecer bienes y servicios a la sociedad.

Se trató de aprovechar el desgraciado desastre natural (en este caso con un estúpido origen) para la elaborar un  proyecto que ha sido considerado pionero desde múltiples instancias por la filosofía con la que se ha diseñado y por la metodología empleada y que se ha caracterizado por la colaboración estrecha entre científicos y gestores tanto en la propia redacción del proyecto, colaboración que se ha extendido después al seguimiento y evaluación de la ejecución de las actuaciones desarrolladas. Esta positiva experiencia servirá a la Consejería de Medio Ambiente para la definición de modelos de restauración ante grandes áreas incendiadas.

El objetivo perseguido con la implantación de este nuevo modelo de monte es hacer frente con más garantía a los retos ambientales y sociales del siglo XXI para lo que se ha contado con la colaboración de la Agencia de Medio Ambiente y Agua y diferentes equipos de investigadores pertenecientes al Grupo de Ecología Terrestre de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Granada, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Centro de Investigación y Formación Agraria de la Consejería de Agricultura y Pesca.

El plan de restauración tiene como objetivo básico la realización de un cambio de los modelos de vegetación de la zona incendiada, con la finalidad de crear un mosaico de vegetación y usos que:

         Aumenten la biodiversidad y variabilidad de habitats de la zona.
         Permitan y potencien el uso múltiple del monte.
         Aprovechen las externalidades propias de los ecosistemas forestales mediterráneos.
         Aumente la resiliencia de la futura masa arbolada, dándole estabilidad y posibilidad de adaptarse frente a posibles catástrofes naturales:

INCENDIOS: La nueva estructura buscada hará mucho más difícil e improbable el desarrollo de grandes incendios, gracias a las discontinuidades de vegetación, a la disminución de cantidades de combustible y a la creación de una suficiente red preventiva en el monte. Además de aprovechar las estrategias de regeneración post incendio que presentan gran cantidad de las especies a introducir en la restauración.

PLAGAS, ENFERMEDADES Y CAMBIO CLIMÁTICO: La gran variedad de especies y sus distintas maneras de distribuirlas hará que el medio sea capaz de responder frente a posibles plagas, enfermedades y al cambio climático, de manera similar a como lo hacen zonas completamente naturales que se van adaptando a las condiciones cambiantes de su entorno.

También se busca una masa arbolada que en el futuro prácticamente no precise de la mano humana para su mantenimiento y conservación, una masa que sea capaz de evolucionar y perdurar de manera estable hacia su óptimo ecológico sin apenas intervención del hombre y los costosos tratamientos. El mantenimiento futuro de estos montes se espera sea suficiente con una buena gestión ganadera, la cual ayudará a mantener el matorral invasor y extremadamente pirófito bajo control y las áreas cortafuego sin vegetación, pudiendo resultar innecesario en un futuro lo realización de desbroces en la zona.

El modelo forestal obtenido permitirá el mejor control de los incendios forestales, potenciará el uso múltiple y aumentará el valor ecológico y económico del ecosistema forestal al presentar una elevada diversidad de formaciones vegetales y una gran diversidad de ecotonos.

Dentro de los criterios de uso múltiple se potenciarán los aprovechamientos forestales propios de los ecosistemas mediterráneos que optimizan el binomio productividad socioeconómica con la generación de externalidades:

  1. Los aprovechamientos apícolas de los matorrales seriales y nobles.
  2. Los aprovechamientos forestales no maderables; leña, bellota, aromáticas, setas, caza, etc., que son los dominantes en el balance económico de los ecosistemas mediterráneos.
  3. La ganadería extensiva que requiere una baja carga de trabajo humano y ejerce un control sobre la carga de biomasa acumulada.
  4. Y finalmente también supondrá una mejora de la fauna cinegética y silvestre por el binomio refugio / alimento que existe entre las zonas abiertas, pastizales y dehesas, y en los montes cerrados, matorrales y bosques, formaciones que también son una importante fuente de alimento en la otoñada, de las que dependen incluso la avifauna silvestre, especialmente la migratoria.


Ignacio Henares Civantos
Conservador del Parque Nacional de Sierra Nevada

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