La reforma se anunciaba a bombo y platillo por parte del actual Ejecutivo como la solución a las escalofriantes y preocupantes cifras de desempleo, lo que traducido a un lenguaje veraz se trata de una Reforma Laboral que empobrece la situación de todos los trabajadores y los más de cinco millones de parados cuyos problemas económicos se ven agravados ante la destrucción de sus derechos, dinamitando los pilares que conformaban el ordenamiento jurídico laboral que hasta ahora les protegía.
Dicha afirmación se basa precisamente en los elementos que conforman la reforma laboral: una indemnización por despido improcedente generalizada a 33 días por año trabajado en lugar de los 45 anteriores, privatizando el Servicio de Empleo Público en pro de Agencias de Colocación Privadas, fomentando la contratación a tiempo parcial en detrimento de la jornada completa, o lo que es lo mismo, fomentando la figura del mini-job encubierta, una flexibilidad horaria sobre el 5% de la jornada laboral, una flexibilidad funcional eliminando la categoría profesional en pro del Grupo profesional, reducción de los salarios, modificación de las condiciones sustanciales de trabajo con carácter unilateral-empresarial, disminución de los derechos en materia de igualdad, entre otras perlas ensangrentadas.
Tras unos meses rodando la nueva legislación y tras una larga reflexión al respecto, no puede decirse que la reforma laboral haya contribuido a la contratación, objeto principal de la misma según aseguraba la propia Ministra de Empleo, sino que contrariamente ha aumentado el número de desempleados a una velocidad vertiginosa, a la que vez situando al trabajador asalariado en una posición de absoluta vulneración ante una actitud empresarial devoradora, pues la misma ha hecho ahínco en el fomento e incentivos a la figura del autónomo y por supuesto a la supervivencia de las empresas que a la figura del trabajador asalariado, que no olvidemos se ha convertido en el perjudicado por antonomasia de la actual coyuntura económica y social.
Ahora el Ejecutivo de mano de la Ministra de Empleo, Fátima Bañez, llevará a la Comisión de Empleo del Congreso alguna de las enmiendas planteadas por los grupos parlamentarios que modifican cuestiones formales o técnicas que por supuesto no alteran los aspectos más relevantes del texto de Reforma Laboral presentado por el Gobierno, todo ello para evitar el debate con el resto de los Grupos Parlamentarios ante
una obvia ausencia de argumento legitimado.
La portavoz del PSOE en la Comisión de Empleo, Concha Gutiérrez, ha indicado que el PP ha ofrecido aceptar una sola enmienda socialista que afecta al procedimiento que deben seguir las Empresas de Trabajo Temporal (ETT) para poder actuar como agencias de colocación, lo que la propia diputada socialista ha calificado como "un aspecto formal y bastante marginal en relación con lo que es la reforma".
Por tanto, este jueves, la Comisión de Empleo del Congreso sin permitir debate alguno y actuando con competencia legislativa plena o lo que es lo mismo, las consecuencias de una mayoría absoluta irresponsable y autoritaria, votará las enmiendas al texto, que será enviado directamente a la cámara alta.
Antonio Valenciano.
Presidente de ANDET.
Me parece inaudito que una ley de ese calado sea aprobada por la puerta trasera de una comisión sin el consiguiente debate parlamentario, está claro que el rodillo del PP no entiende de democracia y transparencia.
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