miércoles, 17 de agosto de 2011

LANJARÓN Y LORCA


El 14 de Abril de 1931 traía a Lanjarón el júbilo de sus habitantes, celebrando la libertad y la II República. Nadie sospechaba lo que pasaría 5 años después…..

La II República en Lanjarón

La prensa granadina de la época recoge los felices veranos de la familia García Lorca en Lanjarón (1923- 1935). Doña Isabel, habló de su hermano Federico en estos términos:
  • "Federico hacia vida de Balneario y se reunía por las mañanas con un grupo increíble de gente, muy lejana a él en todo, en el que había varios curas. Pero le debía interesar conversar con ellos porque era punto fijo de tertulia, donde era muy querido".
Federico García Lorca, durante los años en los que visitó con su familia Lanjarón, escribió muchos poemas del Romancero Gitano, que surgieron a raíz de las historias que muchos amigos de allí le contaban, e incluso hay un manuscrito, dedicado a Ana María Dalí, denominado " Cuento un cuento de la estética de Lanjarón ".
Hoy se cumplen 75 años de aquel trágico verano, y recordando al gran poeta, este es nuestro homenaje a todas las víctimas de la guerra.

<<No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. >>

<<Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos libros?>>

EL CRIMEN FUE EN GRANADA: A FEDERICO GARCÍA LORCA
          1. El crimen
  Se le vio, caminando entre fusiles,
por una calle larga,
salir al campo frío,
aún con estrellas de la madrugada.
Mataron a Federico
cuando la luz asomaba.
El pelotón de verdugos
no osó mirarle la cara.
Todos cerraron los ojos;
rezaron: ¡ni Dios te salva!
Muerto cayó Federico
—sangre en la frente y plomo en las entrañas—
... Que fue en Granada el crimen
sabed —¡pobre Granada!—, en su Granada.
          2. El poeta y la muerte
  Se le vio caminar solo con Ella,
sin miedo a su guadaña.
—Ya el sol en torre y torre, los martillos
en yunque— yunque y yunque de las fraguas.
Hablaba Federico,
requebrando a la muerte. Ella escuchaba.
«Porque ayer en mi verso, compañera,
sonaba el golpe de tus secas palmas,
y diste el hielo a mi cantar, y el filo
a mi tragedia de tu hoz de plata,
te cantaré la carne que no tienes,
los ojos que te faltan,
tus cabellos que el viento sacudía,
los rojos labios donde te besaban...
Hoy como ayer, gitana, muerte mía,
qué bien contigo a solas,
por estos aires de Granada, ¡mi Granada!»
          3.
  Se le vio caminar...
                      Labrad, amigos,
de piedra y sueño en el Alhambra,
un túmulo al poeta,
sobre una fuente donde llore el agua,
y eternamente diga:
el crimen fue en Granada, ¡en su Granada!
ANTONIO MACHADO

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