Un año más, con motivo del Día Internacional de la
Eliminación de la Violencia contra las mujeres, Juventudes Socialistas
manifestamos la repulsa hacia todas las formas de violencia ejercidas sobre las
mujeres. Si bien lo ideal sería que no hubiera motivo para diferenciar esta
fecha de otras, no es menos cierto que juntos podemos reflexionar y actuar, con
firmeza y sin descanso, para reducir y paliar el problema de la violencia
progresivamente.
Es necesario y
urgente, que la lucha pacífica llevada a cabo por la mujer denunciando los
errores de los agentes políticos, sociales y económicos, al desmerecer con sus
actos, y abusos de poder, a las mujeres, no tenga freno y, que en esta tarea,
se implique la sociedad en conjunto con el fin de alcanzar y afianzar la
igualdad real, instrumento que corta de raíz las conductas de superioridad que
conducen a la
violencia. Esta debe ser una lucha común pues la violencia
contra la mujer está presente en todos los niveles sociales, en cualquier país,
siendo esta universalidad señal inequívoca de que es uno de los males más
terribles que nos envuelven.
Pensamos que la
concienciación ciudadana a través de la educación es imprescindible junto con
hacer visibles las injusticias cometidas por el legislador, la clase política,
administraciones, o empresas, así como su pasividad a la hora de condenarlas.
Hemos de recordar que cada mutilación acaecida en el mundo, la trata de mujeres
con fines de explotación sexual o
laboral, o la ausencia de derechos básicos como la educación en las
niñas son un virus que inocula desigualdad favoreciendo la aparición de
conductas violentas y destruyendo la dignidad de las mujeres.
No debemos olvidar que la desigualdad es la base
donde se asienta la violencia machista y si no avanzamos y profundizamos en la
lucha contra las desigualdades de género, ésta no desaparecerá sino que seguirá
creciendo.
Todo esto es especialmente grave, y la violencia cada
vez más afecta a mujeres más jóvenes. Adolescentes que se debaten entre el amor
y el miedo.
Y aunque no deja
de preocupar la violencia física, la forma más habitual de violencia entre
jóvenes es el dominio psicológico, ejerciendo un control agobiante a través de
WhatsApp o redes sociales, donde sus parejas pueden saber en todo momento
dónde están, qué están haciendo y con quién.
La existencia y el mantenimiento de la violencia de género pone en evidencia la necesidad de construir otro modelo de sociedad, con otras formas de convivencia, de respeto; es la demostración más palpable de revisar un modelo que está olvidando los derechos de la mitad de la población. Somos conscientes que sólo desde la educación y la prevención podremos impulsar un cambio de mentalidad que permita construir una sociedad más justa y más igualitaria.
La existencia y el mantenimiento de la violencia de género pone en evidencia la necesidad de construir otro modelo de sociedad, con otras formas de convivencia, de respeto; es la demostración más palpable de revisar un modelo que está olvidando los derechos de la mitad de la población. Somos conscientes que sólo desde la educación y la prevención podremos impulsar un cambio de mentalidad que permita construir una sociedad más justa y más igualitaria.
Juventudes Socialistas nos comprometemos a seguir
trabajando con todas las administraciones públicas y la sociedad civil para
atender a las víctimas, garantizar su seguridad y facilitar su recuperación
social.
Este es un
problema de todos y todos debemos implicarnos.