viernes, 12 de abril de 2013

Lanjarón e Historia: la II República

Cuando el día 14 de los corrientes el maestro nacional Don Francisco Moreno y Martín salía de su escuela del cumplimiento de su deber, se vio envuelto entre un inmenso grupo de manifestantes, que llevándoselo en hombros, recorrieron las principales calles del pueblo a los gritos de ¡Viva la República!  ¡Viva la Libertad! ¡Viva Galán García Hernández! ¡Abajo los déspotas y tiranos!  ¡Fuera los caciques!.

Mientras tanto, y por suscripción pública, se confecciono una hermosa bandera tricolor, que con su abanderado Antonio Martínez de Castilla, del ramo de camareros locales, se puso al frente de lo que ya era imponente manifestación.

Después de de dos horas de continua marcha y sin cesar ni un instante los gritos más significativos de justicia popular, la manifestación hizo su parada en la puerta del Ayuntamiento, desde donde el expresado maestro nacional lleno de profunda e intensa emoción, con palabras cálidas y de elevados tonos patrióticos, proclamó la República en Lanjarón en medio de gritos ensordecedores de ardimiento patrio y nutridas salvas de aplausos, colocando acto seguido, la bandera tricolor en los balcones de la villa.

Inmediatamente, el mismo señor Moreno, volvió a dirigir la palabra a la inmensa multitud congregada en la plaza pública, recomendando la mayor prudencia.

Se observa un momento de revuelo y es debido a que un obrero, el simpático Antonio, desea hablar, y subiéndose en sitio estratégico pronunció palabras tan duras para los dictadores y el régimen derrumbado, que el público se desbordó en gritos de eterna condenación contra todos los que tuvieron esclavizado y amordazado al pueblo.

Durante la manifestación, grupos entusiastas llevaron también en hombros al perseguido por el caciquismo Joaquín Jaraba y al valiente anciano Don Enrique Puerta, que siempre hizo oposición a los caciques.

Diario El Defensor de Granada,
Viernes 17 de abril de 1931



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